En el evangelismo personal es importante escuchar la voz de Dios, su guía, su dirección, su fuerza y valentía para poder hacer frente a la predicación, dado que estamos en lucha contra las fuerzas del mal que operan sobre las personas.
Cuando el evangelizador oye a Dios, en su mente y espíritu, a través de diferentes sentires, aumenta el saber, adquiere entendimiento y consejo, palabra y sabiduría de Dios para predicar su palabra y llegar al corazón afligido con las buenas nuevas del evangelio de Jesucristo.
Oración:
Señor Jesús, enseñame a oír tu voz para aprender a llevarle a las personas el mensaje de amor que viniste a dar a toda la humanidad. Amén.
Acción:
Háblele a alguna persona sobre el mensaje de amor de Jesús.
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